Aquí estoy no me he ido a ninguna parte, la vida sigue sus curso y los años pasan, hoy mi hijo tiene 26 años y las experiencias que ha vivido lo han mantenido durante todo este tiempo, pudo realizar lo que tanto amaba viajar por el mundo. Recrearse con miles de imágenes que aun hoy vibran en su ser inquieto y que a pesar de la pandemia ha sabido tranquilizar para esperar el tiempo oportuno.
Su TDAH lo mantiene activo creando diversos modos de emprender cosas nuevas, vive el día a día esperando que los acontecimientos puedan llevarlo nuevamente hacia lejanos países.
Nosotros como padres hemos sabido capear constantemente el temporal, amainando sus deseos y frustraciones de sentir que no podía lograr lo que se proponía, si ha tenido momento muy duros, pero ha sabido sobreponerse siempre con la ayuda adecuada de profesionales ávidos de sostener en el tiempo las necesidades de personas con TDAH. Hoy más maduro lleva su propio negocio con mucho empeño y determinación.
No es fácil como tantas veces lo he mencionado, pero si se puede, solo tenemos que poner todos de nuestra parte y aprender de todo lo que se nos va presentando en el día a día.
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