No todos los días son iguales, lo se, no siempre las cosas salen como uno quiere, lo se, pero lo que no comprendo y no comprenderé nunca es que un padre se niegue a luchar por su hijo, ante eso diré categoricamente que ese padre/madre perdió lo mas sagrado que Dios y la vida le otorgó, la posibilidad de entender que la vida está llena de alegrías y de dolores y que cuando los dolores llegan es cuando uno mas cerca debe estar de sus seres queridos, no puede admitirse que las familias se separen o alejen porque las piedras en lugar de ser pequeñas son enormes rocas que obstaculizan la vía.
Hay que sacarse la venda de los ojos y ver mas allá para obtener los mejores resultados de la terapia, para ello deberá conversar la familia en pleno con las personas que atienden a ese hijo que en algún momento se convierte en una situación difícil, la batalla empieza y hay que saber librarla, con entereza y total convencimiento que no nos dejaremos vencer. Entablada la pelea no hay más que enfrentarla. No cejemos en nuestros objetivos, es importante recordar que ese hijo por el que todo lo dimos al nacer merece seguir adelante con nuestro respaldo.
Hay que sacarse la venda de los ojos y ver mas allá para obtener los mejores resultados de la terapia, para ello deberá conversar la familia en pleno con las personas que atienden a ese hijo que en algún momento se convierte en una situación difícil, la batalla empieza y hay que saber librarla, con entereza y total convencimiento que no nos dejaremos vencer. Entablada la pelea no hay más que enfrentarla. No cejemos en nuestros objetivos, es importante recordar que ese hijo por el que todo lo dimos al nacer merece seguir adelante con nuestro respaldo.