La respuesta es un contundente "NO"
Un TDAH no es la excepción debe comportarse igual de bien que cualquier otro niño, no se le debe aceptar, majaderías de ningún tipo, pues ello al paso del tiempo lo que hace es deteriorar las relaciones familiares.
Es cierto que los niños y adolescentes con este síndrome tienen ciertas dificultades para comprender las indicaciones, pero para ello están los especialistas, quienes deberán evitar que las inconductas se conviertan en situaciones cotidianas, que imposibiliten las buenas relaciones en los diferentes contextos en los que se desenvuelven.
En la la extensa práctica profesional hemos estado en contacto con niños y jóvenes con diversas dificultades conductuales, desde las más simples hasta las más complejas:
Hay casos en los que ellos no son los que maltratan, sino que se convierten en maltratados por sus maestros, padres y compañeros, son en cierta forma incomprendidos por su entorno, lo que ocurre por falta de información y poca pericia de los terapistas. De esta situación tambien se originan inconductas, que por falta de criterio los adultos no saben manejar y de esa forma se permite que los compañeros se burlen de esos chicos y dañen su autoestima.
Es cierto que los niños y adolescentes con este síndrome tienen ciertas dificultades para comprender las indicaciones, pero para ello están los especialistas, quienes deberán evitar que las inconductas se conviertan en situaciones cotidianas, que imposibiliten las buenas relaciones en los diferentes contextos en los que se desenvuelven.
En la la extensa práctica profesional hemos estado en contacto con niños y jóvenes con diversas dificultades conductuales, desde las más simples hasta las más complejas:
- Los impulsivos.
- Los que toman cosas de los demás.
- Los que perennemente insultan.
- Los que maltratan a sus compañeros y profesores.
- Los que no aceptan sus errores.
- Los que mienten y engañan.
- Los que sacan provecho de los más débiles.
Hay casos en los que ellos no son los que maltratan, sino que se convierten en maltratados por sus maestros, padres y compañeros, son en cierta forma incomprendidos por su entorno, lo que ocurre por falta de información y poca pericia de los terapistas. De esta situación tambien se originan inconductas, que por falta de criterio los adultos no saben manejar y de esa forma se permite que los compañeros se burlen de esos chicos y dañen su autoestima.
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