Todas las personas tenemos días buenos y días malos y lo mismo sucede con estos niños y adolescentes, pero la diferencia radica en que esos días malos, muchas veces son producto de sus frustraciones al no obtener logros en el campo educativo. Ellos muchas veces se sienten tontos y hasta diferentes, se dan cuenta de que a los demás les parece fácil un determinado tema y a ellos se les dificulta. Llegan a maldecir ese esfuerzo extremo que deben hacer, creen que los profesores los atormentan y que sus padres son cómplices de este hecho.
Cuando logran cumplir una tarea se sienten muy bien y por ende todo marcha sobre ruedas.
Cuando logran cumplir una tarea se sienten muy bien y por ende todo marcha sobre ruedas.
¿Qué podemos hacer para que estos niños y jóvenes tengan más de esos días buenos?
- No retarlos.
- Facilitarles recursos de todo tipo.
- Conversar mucho con ellos .
- No dejarlos elucubrar sobre su trastorno. Explíquenles para que entiendan de que se trata.
- Hablen con los profesores para que los traten bien.
- No los traten como niños indisciplinados, pues no lo son.
- No permitan la burla ni en el hogar ni en la escuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario