Somos dos...y ahora que!!!!

Las familias deben actuar en equipo y ayudarse unos a otros. Una sola de las partes no puede conseguir nada. Se requiere del apoyo constante del otro, para superar los momentos difíciles en los que el ruido es tan ensordecedor, que no permite tomar decisiones correctas. El grupo familiar debe darse un completo espaldarazo que ayude a ver todo en perspectiva.

El TDAH muchas veces enceguece, por ello se requiere que más de uno piense en las acciones a realizar en una determinada situación. Ambos padres, vivan juntos o no, deben tener los suficientes conocimientos que permitan sacar adelante a su hijo. Si se tratase de una familia en la que uno de sus miembros no está presente por "x" circunstancias, entonces será necesario contar con otra persona que apoye las decisiones del padre o madre del niño/a.

El diario vivir, nos irá dando pautas e inclusive respuestas.

¿QUÉ HACEMOS?

Nuestro hijo es un manojo de nervios y no sabemos que hacer ¿a quién consultar?

Los padres pensamos que debe haber una persona calificada capaz de orientarnos y decirnos:

• ¡esto es lo que debes hacer!
• ¡así esta mejor!
• ¡concéntrate en tu hijo/a!
• ¡mide sus fuerzas!
• ¡ámalo sin importar lo que haga o diga!
• ¡jamás lo dejes solo o lamiéndose sus heridas!
• ¡dile que lo quieres!
• ¡permite que él/ella se acerque a ti!
  

"Mírame..."

Mi hijo me reclamaba una mirada, solo una y yo no estaba preparada para dársela, no me sentía capáz de ayudarlo, lo único que quería hacer era correr, huir de él, el sufrimiento me agobiaba tanto que ya no sabía que hacer, no había día sin gritos, ni llanto y el sentimiento de culpa me embargaba de tal manera, que ya no me sentía capáz de mirar a la cara a mi hijo...hasta que aparece esa mano amiga que te dice: si podemos ayudar a tu hijo y ahí es cuando una ve la LUZ.

Muchos años han transcurrido desde que le diagnosticaron el TDAH, hoy a sus 14 años recién empieza a vivir con tranquilidad.

Hay un tratamiento especializado para cada niño, será necesario que sea correctamente diagnosticado y que los padres actuemos con la valentía que el caso amerita, pues son muchas cosas a las que nos veremos expuestos, inclusive durante el tratamiento, pues se avanza y se retrocede muchas veces.

"La idea es no dejarnos vencer por la desesperanza".